Esta mañana, mi obra “Vivificación” regresaba a casa después de una larga aventura que comenzó en diciembre de 2021 cuando recibí la mención de honor del Premio Internacional Manel Batlle de Escultura Contemporánea.
Además de la exposición presentada en dicho premio en Granollers, el reconocimiento traía consigo la posibilidad de exponer la obra en uno de los más prestigiosos museos de escultura contemporánea, como es el museo Can Mario de la Fundación Vila Casas, en Palafrugell durante un periodo de un año.
En febrero visité a mi pequeña que parecía haberse independizado ya y vivía sola la aventura de la fama y el glamour 🤣.
Bromas a parte, fue toda una experiencia y una inmensa impresión ver mi trabajo entre obras de artistas consagrados como Miró, Tápies o Jaume Plensa. Confieso que mi corazón se aceleró de manera preocupante.
Quiero dar las gracias tanto al Certamen de Escultura Manel Batlle como todos y cada uno de los responsables del Museo Can Mario por su amabilidad y profesionalidad que en todo momento mostraron hacia mí y mi trabajo.
Cosas como está te dejan claro por qué si vale la pena dedicar tu vida a un sueño.
Y como dice Mapi Quintana en su tema Zagaleja, “¿Y si el sueño no fuera sueño, sino la vida…?”.